lunes, 26 de mayo de 2008

Huellas de la guerra...

La Hermana Rosario de Soano, beata del pueblo de Soano.





Infancia y Juventud
Nació el 13 de mayo de 1866 en Soano - Cantabria (España). Sus padres Antonio Quintana y Luisa de Argos la bautizaron con los nombres de Petra María. El virtuoso entorno familiar en que se crió fue rico en la enseñanza y práctica de los valores y compromisos evangélicos y en el desarrollo del amor a la laboriosidad y entrega por los demás llegando a vislumbrarse ya su gran piedad. A los 14 años murió su madre, lo que la implicó aún más en los trabajos del hogar para suplir su falta, porque tenía hermanos pequeños que necesitaban su atención.
Además ayudaba a su padre en las labores del campo.

La profesión
Petra tenía 23 años cuando ingresó en la congregación Terciaria Capuchina (Tercera Orden de San Francisco) en el santuario de Montiel-Benaguacil (Valencia) el 8 de mayo de 1889. Ya el día de su ingreso en la orden a los pies de la Virgen María se convenció de que Dios la quería para Él. Fray Luis Amigó había fundado ambas ramas en ese mismo santuario cuatro años antes.
Vistió el hábito el 1 mayo de 1890, cambiando el nombre de Petra María Quintana por el de Rosario de Soano. Hizo su primera profesión el 14 de mayo de 1891 en el convento también valenciano de Masamagrell y el 14 de mayo de 1896, sus votos perpetuos.

Una de sus sobrinas de Soano manifiesta: "las circunstancias familiares, su formación, la dirección espiritual y un sermón que pronunció el Padre Luis Amígó, la inclinaron a consagrarse al Señor".

Desempeñó con dedicación los servicios que la obediencia le encomendara: superiora y consejera general, maestra de novicias y limosnera de puerta en puerta.

Perfil Humano-Religioso
La Hermana Rosario poseía un carácter alegre y afable, a la par que don de gentes.
Era acogedora, sencilla, humilde y austera, cualidades que se notaban en su amor especial por los más pobres y necesitados.
Con esfuerzo, constancia y tesón fue adquiriendo sus conocimientos intelectuales, los propios de aquella época.
Sobresalía en el espíritu de fe, práctica de la caridad, fidelidad a Dios y al prójimo. Y en su profunda devoción por la Eucaristía.

El martirio
"Toma, te lo entrego en señal de que te perdono"

Cuando estalló la guerra civil del 36, se vio obligada ante la persecución religiosa a abandonar el convento como el resto de las monjas y refugiarse en casas de particulares. La hermana Rosario de Soano fue detenida el 21 de agosto de 1936 junto a otras dos compañeras, las hermanas Serafina de Ochoví y Francisca de Rafelbuñol (la navarra Manuela Justa Fernández y María Fenollosa, oriunda de Valencia, respectivamente).
La religiosa cántabra fue fusilada un día después junto a su compañera navarra en la carretera de Puzol. Se cuenta que la religiosa no perdió la fortaleza moral ante su inminente martirio, "siempre animosa hasta el martirio, se dirigió a su verdugo y sacándose el anillo del dedo, le dijo: "Toma, te lo doy en señal de que te perdono".

La otra hermana que fue detenida al mismo tiempo que ella fue fusilada el 27 de septiembre en el cementerio de Gilet.

El 11/03/2001 el Papa Juan Pablo II la proclamó beata, en calidad de mártir, en una proclamación conjunta de 236 religiosos que dieron testimonio de su fe con su sangre, asesinados en Valencia "por odio a la fe" durante la guerra civil española.

A continuación se presenta la causa de beatificación en lo que atañe a esta religiosa y sus otras dos hermanas de orden:
CAUSA DE TRES TERCIARIAS CAPUCHINAS DE LA SAGRADA FAMILIA
(Decreto del 18 de diciembre de 2000) La forma de vida que las identificó como Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia fue el seguimiento de Jesucristo como menores y penitentes, según los ideales de San Francisco de Asís y el espíritu legado por el Venerable Padre Luis Amigo, reflejado en las actitudes del Buen Pastor en la misión especifica de las obras de misericordia, corporales y espirituales, con los más pobres y necesitados.
La Sagrada Familia de Nazaret, desde su vida oculta y sencilla fue para ellas modelo de oración, humildad, vida de famila y disponibilidad a la Voluntad de Dios hasta el martirio.
En el ejercicio humilde de su apostolado fueron sorprendidas por la persecución religiosa, encontrando la muerte en Puzol y Gilet, localidades de la Provincia de Valencia (España), donde demostraron la solidez de su fe y la fidelidad a sus compromisos.

230. Sierva de Dios M. Victoria Quintana Argos (Rosario de Soano) (* Soano, Cantabria, 13-V-1866 + Puzol, Valencia, 22-VIII1936)231. Sierva de Dios María Fenollosa Alcaina (Francisca Javier de Rafelbuñol) (*Rafelbuñol, Valencia, 24-V-1901 + Gilet, Valencia, 27-IX-1936)232. Sierva de Dios Manuela Fernández Ibero (Serafína de Occhovi) (Ochovi, Navarra, dióc. Pamplona, 6-VIII-1872 + Puzol, Valencia, 22-VIII-1936).

"Y no temáis perecer en los despeñaderos por salvar la oveja perdida".Luis Amigó

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