miércoles, 14 de noviembre de 2007

El Limonar de Soano un reclamo gastronómico en Santander.


Aunque por su nombre podamos pensar que este restaurante se encuentra en el cantabro pueblo de Soano, no es así, por lo menos no hoy en día.

Cierto es que su propietario y chef, Luis Antonio Rivas González, comenzó su carrera como empresario con un buen restaurante, llamado El Limonar, en el pueblo de Soano, de aquí el nombre; pero tras varios años en esa ubicación decidió en el año 1999, trasladarse a la capital, a Santander, exactamente a la calle Rubio número 4, en el mismo local que hace años ocupaba Bodegas Castilla.


Las instalaciones

El local resulta adecuado, sobre todo desde la última reforma hace apenas un año. Es amplio, con aire acondicionado y tiene una adecuada bodega con unos 70 vinos de 10 denominaciones de origen diferentes más algunas referencias de vinos extranjeros. Se hace cargo de atender al público la joven Marilyn. El servicio es sencillo pero atento y muy agradable.


Si hay algo que hace a este restaurante diferente al resto es que su fuerte, o por lo menos por lo que es más apreciado por su fiel público, es el menú del día, un atractivo menú compuesto por seis primeros platos y seis segundos, más un postre a elegir de la carta, elaborado con eficacia, distinto a lo que normalmente se suele dar bajo este concepto, sin duda lo mejor que se puede dar como menú del día al precio que Luis lo ofrece: Poco menos de catorce euros. Pero además del menú también tienen una carta, eso sí, breve, pero donde se puede ver la buena mano de este joven cocinero.


El estilo de cocina que elaboran es tradicional pero con ciertos toques de autor, sobre todo en los puntos de cocción y en las presentaciones. Su cocina siempre está basada en productos de temporada.


Los platos de trufa

En estas fechas Luis quiso dar un toque diferente a su carta y cuidar con esta atención a su clientela. Para ello ha confeccionado un menú con cinco platos, que también se pueden pedir por separado a la carta, en los que el común denominador de todos ellos, incluido el postre, es la trufa.

Trufas de primera calidad, ya las últimas de esta temporada que se está alargando debido al buen tiempo. Trabaja principalmente con los tres mejores tipos de trufa que hay en el mercado: La trufa blanca o trufa del Piamonte y dos trufas negras, la mejor según los entendidos la Tuber Melanosporum ó trufa del Perigord y la Tuber Estivium.


El primer plato probado fue un 'sándwich California' de trufa con unas yemas de huevo emulsionadas con Armagnac, sinceramente rico y contundente. Se continuó con unas yemas de espárragos cocidas al momento con una crema elaborada con su propio jugo de cocción, algo de nata, pimienta y por supuesto trufas. Un plato realmente delicioso, con los espárragos 'al dente' ligeramente triscantes y llenos de sabor, en donde la trufa ligaba de maravilla con la pimienta de la salsa y todo sin tapar al espárrago que era el ingrediente principal del plato.

Otra receta probada fueron los canelones de pasta fresca, hecha al momento por Luis, rellenos de gallo, verduritas y trufa con un exquisito caldo de ave. Muy buenos.


La terrina de pintada trufada fue otro plato interesante que además se acompañaba de una salsa de faisán espesa, ligada con agar-agar, muy brillante y tremendamente sabrosa que aportaba a la receta la jugosidad que la pechuga de la pintada no tiene. Finalmente se degustó un poco de arroz con trufa y calabacín. El postre fue un helado de queso de las Garmillas con miel trufada.
A día de hoy en Soano la antigua casona que abrió las puertas al Limonar de Soano acoge hoy a otro gran restaurante regentado por la hermana de Luis, nos referimos al restaurante El Solievo (bº Riegos, Soano CANTABRIA)

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