Pepe, un artesano del rabel, hace de un pedazo de madera este tradicional instrumento. Entre trobas y rabeladas, nos ofreció una tonada al son del rabel, así es como suena...
Animaron a todos a la hora del aperitivo.
ambién nos cantaron varias canciones del repertorio regional, como bien pudo ser LA LOLINA.
Este grupo de músicos y amigos, además de promover la tradición y el folkclore de Cantabria, hacen que allá donde van, el día se comvierta en un jolgorio festivo, ganándose la atención de toda la gente y animando la fiesta por completo. A Soano seguro volverán.
También estuvieron artesanos de la madera, rabel, cestos, etc.
El día finalizó después del asado de fieletes, con la actuación del
Y así más o menos se pasó el día.